Concatedral de Santa María. Le verás observar, escuchar incluso a las piedras, corregir el trazo y disfrutar al ver como su lienzo cobra vida. A veces también nos sentimos pintores.
No nos cabe duda: esta profesión necesita tanto de experiencia y saber hacer, como de compromiso y cercanía. Sabemos de derecho, de leyes y de procedimientos. Somos tres socios que formamos un equipo sólido, con amplia formación y experiencia.
Pero sobre todo sabemos que cuando un cliente acude a un abogado, lo que necesita es encontrar a alguien al otro lado de la mesa que defienda su causa como propia, con un alto nivel de implicación y responsabilidad. Un abogado en quien confiar y con quien hacer equipo por los mismos objetivos.
Combinamos una mirada general a cada caso con la mirada al detalle de lo que cada cliente requiere en cada momento.
Y escuchamos. Mucho. Porque, así como hay un arte del bien hablar, existe un arte del bien escuchar.